Una experiencia europea en traducción

Una experiencia europea en traducción

Una experiencia europea en traducción

Me llamo Célia y soy suiza. Cuando me hago la pregunta de por qué quise estudiar traducción, me viene a la mente el hecho de que mi tío, el hermano de mi madre, vive in Australia. La mujer de mi tío y mis primos no hablan francés y desde pequeña quería que ellos me comprendieran. Además, me fascinaba imaginar cómo era la vida allí, tan lejos de Suiza. Dije a mi familia que quería aprender inglés y me regalaron un método. Así que aprendí antes de que empezaran las lecciones en la escuela. Como ya tenía las bases, fue muy fácil para mí en la escuela y eso seguramente contribuyó a darme confianza. No sólo me interesa saber comprender y hablar un idioma, sino también conocer la cultura de un país, de una gente. Más tarde, en lo que llamamos el colegio en Suiza, donde se consigue el diploma para entrar en la universidad, pudimos elegir entre varias asignaturas, entre ellas, italiano y español. Elegí español porque pensé que es un idioma que hablan muchas personas y que se puede viajar por más países cuando se habla español. Estos estudios me gustaron mucho. Por un lado, por la lengua per se y por otro, por la cultura que nos supo transmitir nuestra profesora, ya sea la música, la poesía, la pintura, etc. Sobre todo me interesan las pequeñas historias que hacen una cultura. Por ejemplo, nuestra profesora nos contó un día que su hermano en España no tuteaba a ninguno. Eso es tan diferente de lo que se hace en Suiza. Pienso que en este momento, elegí estudiar traducción porque con los idiomas no se puede realmente hacer muchas otras cosas, aparte de estudiar letras y hacerse profesora, lo que en este momento no me apetecía.

CeliaAntes de empezar mis estudios en traducción, me tomé un año sabático para estudiar mis idiomas pasivos, el español y el inglés. Pasé seis meses en Chile, en una ciudad del sur, Temuco, donde no hay muchos turistas. Lo bueno fue que aprendí mucho porque no tenía muchas oportunidades de hablar otro idioma que el español. También aprendí mucho sobre una cultura muy diferente de la mía y, a los 19 años, a vivir sin mi familia.

Después de Chile, pasé dos meses en una isla del Mediterráneo, Malta, en una escuela de inglés. Esta experiencia fue muy diferente de la de Chile, vivía con mucha gente de todo el mundo, e ¡incluso hablé mucho español!

Para decir la verdad, mis estudios de traducción me parecieron muy largos y sin una meta bien definida. Me desanimé un poco pero acabé mis estudios de todas maneras. Sin embargo, la vida profesional me parece ahora mucho más interesante que los estudios.

Después de estudiar, hice varias prácticas en organizaciones y organizaciones no gubernamentales en Suiza. Buscando trabajo me di cuenta de que en Suiza era muy difícil trabajar en la traducción sin contar con alemán en mi combinación lingüística. Había aprendido el alemán durante 9 años en la escuela antes de la universidad pero después lo había abandonado, ya que la gramática es muy difícil. Decidí hacer otra práctica en Berlín para refrescar mis conocimientos. Después de seis meses en una ONG, me alegré mucho de haberlo ido allí, porque cuando regresé a Suiza fue bastante fácil encontrar un trabajo fijo. Me mudé esta vez a la parte alemana de Suiza.

Trabajé dos años en Zúrich en una oficina de traducción especializada en el campo farmacéutico donde aprendí mucho. Yo era responsable de atribuir las traducciones a traductores externos, de repasarlas y de mandarlas al cliente. No solamente se trataba de traducción, sino también de relaciones con los clientes y los traductores externos. Más de una vez debí justificar elecciones de traducción junto a un cliente exigente.
Después de dos años allí encontré un puesto de trabajo más interesante en Berna, la capital de Suiza, donde trabajo hoy en día. Se trata de la central suiza de coordinación en el campo de las adicciones. Somos un pequeño equipo compuesto de trabajadores sociales, psicólogos, sociólogos, diseñadores gráficos, etc. Traduzco sobre todo del alemán al francés los estudios que escriben mis colegas, programas de conferencias, folletos de información y de prevención, etc. Además hago trabajos de secretaria y de diseño gráfico. Me encanta porque me permite aprender cada día, hacer cosas variadas y no solamente traducir todo el día, lo que precisamente temía durante mis estudios.

¡Espero que este pequeño informe de mi experiencia les pueda ayudar en sus estudios o carreras profesionales!